Fernando Cuartas



Antes de que las almas sean lanzadas al pozo oscuro de la indignidad, antes que la cloaca muerte en sus charcos de olvido y sangre terminen por hacer perder los sueños, volveremos a consultar a los poetas, a los mismos  bokors, para que entre magia y rito, entre fiesta y poesía, la conjura de la sombra se convierta en una luz que agudice los sentidos y nos devuelva el corazón de Haiti como una parte nuestra.


Haití, Tierra montañosa, Haití el bohío y el silencio, el tambor y el corazón, la magia con el hambre, alegre nubarrón, negro libertario, marinos del sol.


La Ispayola, la que rompió cadenas con  Jean – Jacques Dessalines, la golpeada, la humillada, la ultrajada, todos somos Haití en esta América de sangre. Perla Antillana, ojo de huracán, poema entre la luna y el secreto de las noches, agua del alma, sabiduría de las resistencias, todos somos Haití. Creole cantado, lengua conjuro, lengua criolla, verso a verso todos somos Haití.


Kikongo, Yoruba o Igbo, Africa mezclada, negritud que aun rompe cadenas y no quiere  verse subyugada. Todos somos Haití, todos somos Haití, poetas del mundo, América y sus sones, el girasol y su alborada, la planta lúcida y  el azul de las manos tocadas por la mar y las luciérnagas, todos somos Haití. Volver a mirar el rostro del Huracán, las Antillas y sus abisales contradicciones, nuestro mestizaje absurdo como espléndido, la poesía viva desde el fondo de la Tierra, la palabra espuma, el verbo hecho sal y herrumbre, la mirada agitada, el eros fiero, la belleza extrema, la locura lucida, el amor infinito, el secreto de vivir a cielo abierto, todo esto nos hace sentir que todos somos Haití.


Volver, volver, volvemos, somos agua, somos fuego, somos aire, somos tierra, somos todo aquello que perdemos y todo aquello en donde nos volvemos a encontrar para sentir a Erzulie, la diosa del sufrimiento y la esclavitud, la misma que libera y goza. La diosa del amor y las mujeres, al que otorga hilos de vida como serpenteante sangre que se recupera y habla, la belleza compulsiva, la que atrae y suelta, así bajo sus mantos todos somos Haití.



 

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