Las flores moleculares, cultivadas por Friedrich Nietzsche, son confiadas por él al buen cuido de Amirah Gazel, quien termina arrojándolas al abismo: "¡Aquí está mi agradecimiento, dice ella, por el monstruo que no pudo tragarme!" El acto de pintar aquí equivale a confundir espontáneamente la filosofía y la fisiología, como hacen todas las aves.
David Nadeau
Febrero 2023
Qébec (Canadá