
Acabo de ver una docena de cuadros de Amirah Gazel. Me intriga ese juego constante de lo visual en sí, pero también siento la necesidad de seguir mirando. Algunos pintores solo procuran un golpe visual: me piace, non me piace. En este caso, me entretiene y hasta me atrapa. Sigo escudriñando.
¿Pero qué? Cosas, columnas, naturaleza más que presente, sugerida: sí, como siempre prevalece separación clara de espacios, nada de flou diluido, ya estoy atrapado (¡victoria para ella!). Quiere invitar.
No nos encontramos ni en el reino del realismo fotográfico, e-vidente, sino en un mundo meta-real, mágico, pletórico en lo sugerente, porque dentro de lo abstracto caben elementos reconocibles.
Veo una especie de enchufe, pero con otras puntas que las corrientes; electricidad, pero de otra clase. Ah, qué lindo: siendo hijo del filósofo Espinoza, re-conozco elementos de natura; siento un poder divino. Veo un pájaro, un tambor y relleno plástico, invitante.
Oh… de repente, pero excepcional, presencia humana, como ese pelo femenino, como ese piano, no en monótono blanco y negro. Nada de muestra con el dedo, pura sugerencia indirecta, entorno natural más que presencia humana directa.
Todo un festejo para los ojos, sugerencia más que mostración. Aceptemos la invitación de esta artista.
Victor Valembois
Febrero 2023
San José (Costa Rica).